viernes, 16 de diciembre de 2011

Irak: presencia estadounidense termina con traspaso de última base militar

Irak recuperó este viernes la última de las 505 bases militares de que disponía Estados Unidos en su territorio desde la polémica invasión del país en 2003.

"Con orgullo anunciamos hoy al pueblo iraquí el traspaso de la última base militar estadounidense. Hoy damos vuelta la última página de la ocupación", afirmó a la prensa el representante del Primer Ministro, Hussein Al Asadi.
Al Asadi acababa de firmar con el coronel estadounidense Richard Kaiser los documentos de transferencia en una sala de esta base llamada Iman Alí por los iraquíes y Campo Adder por los norteamericanos.
Este inmenso campamento se ubica al suroeste de Nassiriya, a 305 km al sur de Bagdad, junto a la ciudad antigua de Ur, donde según la Biblia nació el patriarca Abraham.
"Nos habíamos comprometido a dejar Irak el 31 de diciembre y Estados Unidos cumple con sus promesas", dijo el coronel Kaiser.
Luego, un oficial izó la bandera iraquí.
"Es un día de libertad y prometemos a nuestro pueblo ser fieles a nuestro ejército, a nuestro Irak y a actuar por su unidad", declaró a los soldados el nuevo comandante de la base, el teniente coronel de la fuerza aérea Hakim Abud.
Este traspaso marca simbólicamente el fin de la presencia militar estadounidense, aún cuando los soldados tienen plazo hasta fin de año para partir.
Actualmente sólo quedan 4.000 militares en lugar de los casi 170.000 en 2007, año en que, según un oficial estadounidense, llegó a haber 15.000 soldados en esta base.
"En los últimos meses hubo cuatro ataques con cohetes sin provocar víctimas", había indicado este oficial antes de la ceremonia. Estados Unidos acusó a grupos vinculados con Irán de ser autores de los ataques, lo que Teherán desmintió.
Imán Alí fue una muy importante base aérea utilizada sobre todo durante la guerra con Irán (1980-1988). Resultó duramente dañada durante la operación "Tempestad del desierto" cuando en 1991, las fuerzas dirigidas por Estados Unidos expulsaron de Kuwait a las tropas de Sadam Husein.
De su lado, la OTAN organizará el sábado una ceremonia de partida de Irak. El lunes, el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, había anunciado la suspensión de la misión de formación iniciada en Irak, después del rechazo de Bagdad de otorgar inmunidad a los miembros de la Alianza.
A fines de 2010, la misión de la OTAN tenía un efectivo de unas 180 personas. Dio formación a más de 5.000 soldados y 10.000 policías y entregó material militar por un valor superior a los 115 millones de euros, según la Alianza.
En lo sucesivo, los 900.000 hombres y mujeres de las fuerzas iraquíes tendrán la dura tarea de ocuparse solos de la seguridad. Los insurgentes, en particular Al Qaida, aún cuando está debilitada, aún pueden provocar conflictos.
También deberán impedir que resurjan las milicias sin el concurso de los norteamericanos.
Tal es el desafío asumido por las autoridades iraquíes al rechazar acordar la inmunidad solicitada por Estados Unidos para dejar aún unos cuantos miles de militares en el terreno.
En los hechos, sólo quedarán 157 soldados estadounidenses para proseguir el entrenamiento de las tropas iraquíes.
"Irak estará enfrentado a los desafíos de los terroristas y de los que tratarán de dividir al país, pero Estados Unidos está junto a los iraquíes", afirmó el jueves el secretario de Estado para la defensa Leon Panetta.

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